La historia de las manos juntas
09.04.2020
Por el ano 1490, dos jóvenes amigos: Albrecht Durer y Franz Knigstein,
tenían dificultades para vivir como jóvenes artistas.
Puesto que los dos eran pobres, trabajaban para subvencionar sus
necesidades mientras estudiaban el arte.
El trabajo tomaba tanto de su tiempo que los progresos en sus estudios
eran lentos. Finalmente se pusieron de acuerdo: ellos tirarían a suerte,
y uno de los dos trabajaría para el sostén de sus necesidades de los dos
mientras el otro estudiaría el arte. Albrecht gana y comienza a estudiar,
mientras que Franz trabajaba duramente para sus necesidades .
Era entendido que cuando Albrecht triunfara, entonces sostendría a Franz
para que estudiara a su vez.
Albrecht, se va hacia las ciudades de Europa para estudiar. Como
el mundo lo sabe hoy, no solamente tenia el talento sino que era un genio.
Cuando triunfo en sus estudios, el regresa para cumplir con el compromiso
con su amigo Franz. Pero Albrecht no tarda en descubrir el precio enorme
que su amigo hubo de pagar. Pues mientras que Franz cumplía con un
trabajo manual muy duro para sostener su amigo, sus dedos se volvieron
duros y torcidos. Sus manos delicadas y sensibles se echaron a perder por
toda la vida.
No podría mas ejecutar los delicados movimientos de pincel requeridos
para el arte de la pintura. Bien que sus sueños artísticos no podrían nunca
realizarse , no estaba amargado sino mas bien feliz por el triunfo de su
amigo
Un día, Durer sorprendió a su amigo arrodillado, sus manos nudosas
juntas en una plegaria, rogando dulcemente por el triunfo de su amigo,
aunque el mismo no pudo ser un artista, Albercht Durer, el gran genio se
apresura a a hacer un bosquejo de las manos juntas de su amigo fiel y
completa mas tarde una verdadera obra de arte titulado: Las Manos Juntas.
En nuestro días, por doquier en las galerías de arte exponen las obras
de Albrecht Durer, y esta obra de arte en particular que cuenta un elocuente
de amor, de sacrificio, de labor y reconocimiento.
Autor Desconocido